martes, 13 de agosto de 2013

Aprender a leer a las personas.


Que difícil es llegar a un país, conocer gente que parece buena y luego darse cuenta de que no es gente que te valora. Hay algo que yo todavía no entiendo del argentino y es su manera de socializar; es una manera tan pero tan compleja de relacionarse que provoca muchas dudas y por ahí, hasta te aleja del camino de adaptación que ya recorriste. Y trato de no construir esta idea a partir de una generalización porque no funciona así, por lo menos con mis verdaderos amigos que por ahí son contados; sucede mucho con conocidos, con la gente de primera impresión, con personas ajenas a tu vida personal, con los de recursos humanos para cualquier trabajo jaja, con amigos de amigos, con compañeros de la facultad y algunas veces con vecinos. Hay algo importante y cierto, mientras mas te vean, mas llegada tienen, mas apertura, mas fraternidad, mas hermandad, mas abrazo. 

¿Pero porque tanta desconfianza? Antes de escribir este blog, cense a varias personas entre ellas amigos y gente desconocida por ejemplo un taxista. Curiosamente los taxistas funcionan a la inversa de Costa Rica, son gente piola, gente con valores, inteligentes y muchos son abiertos como para entablar una conversación. Sigo con el cuento, me dijeron que una de las razones por las cuales les cuesta confiar, es la inseguridad. Si la famosa inseguridad! así como suena. Para mi es una respuesta deprimente porque? porque mi país es el triple mas inseguro, donde no podes caminar con tu grupo de amigos hacia un bar a las 3am porque sabes que te puede pasar algo; un lugar donde te asaltan al toque sin importar si estas dentro de un auto o no; un lugar donde caminar con una cámara para tomar fotos es un acto imprudente. No es un lugar donde podes andar en bici a la media noche y la vas a pasar bien. No es un lugar donde podes ir a los parques y hacer una zapada. Es algo mas critico. Desde este eje, el fatalismo no es una solución de bienestar y mas bien puede convertirse en aspecto importante para encerrar el mundo de manera arbitraria, cosa que ya esta muy establecido en Argentina y es hora de cambiar. En fin, hay que recoger para su propio saco y aprender a leer mas a las personas.