martes, 24 de julio de 2012

Recuento de Rosario

Llevó cuatro meses en Rosario y ya estoy delirando con las montañas. Me siento en la terraza del edificio y no entiendo como, pero mis ojos vislumbran figuras verdes e irregulares, es raro porque ya no veo los comunes bloques de cemento bien conformados y rectilíneos.   ¿Sera que Costa Rica me hace falta realmente? Claro que si. 

Durante todo este tiempo he vivido muchas cosas, lindas, feas, bizarras, rimazos, locuras y un poco de todo. He pasado del cielo azul al cielo rojo y todavía no para ese ciclo circular. Creo que es parte de la experiencia de venirse a otro país a empezar de cero, cambiar de ambiente social y descubrirse como persona independiente, por lo cual se requiere paciencia, dedicación, fuerzas internas y mas que todo espíritu emprendedor. Todos los días me levanto con buena musiquita, pensando en lo que hice ayer para hacerlo mejor hoy, buscándome entre los extensos arboles de la Costanera y sintiendo que voy para adelante como una locomotora. Son cosas que me han dado motivación para sobrellevar momentos difíciles, de angustia y desesperación. 

He conocido todo tipo de gente, desde personas falsas y sin rumbo hasta personas intelectuales, con buenas  intenciones, corteses y de mucha buena vibra. Creo que no me he aislado de ninguno de los  grupos y por eso me siento contento de haber avanzado mucho en mis niveles de adaptabilidad. Siempre en las tardes recorro el Río escuchando música en mi ipod, buscando un mate y tratando de localizar a esas personas que quieran tener una buena conversación con otro tono de voz. Hasta la fecha, ha sido muy exitoso el resultado y producto de ello es el lugar al que voy, un árbol de la sabiduría que se come todos mis conflictos internos y los hace desaparecer poco a poco con solo escuchar los sonidos de mi tambor y dejando que mi intelecto se inspire con algún libro.  Ahí mismo he conocido personas que van desde los treinta años hasta diez y siete años y cada uno de ellos, han sido sujetos con buenos fundamentos que valientemente se han interesado en saber un poco mas de Costa Rica.

Estoy trabajando en la recepción del Hostel Che Pampa´s, ubicado en Rioja 812. Esta es una calle paralela a la calle que mas me desagrada de Rosario, la capital del Consumismo llamada Peatonal de Córdoba. Trato de evitar esa calle si o si  porque la gente camina muy rápido, distraída y siempre se ven unos quilombos barbaros jaja (pleitos). No todo es negro, algunas veces promete caminar por ahí para ver los grupitos de música que buscan ganarse las monedas a punta de buenas melodías y buenas líricas. 

De la carrera de Comunicación Social puedo decir que lo mejor esta afuera de las aulas. Los estudiantes de primer año y muchos otros, son muy afines y comprometidos con el gremio de la comunicación, por lo que se organizan para ir a la radio y practicar por espacio de una o dos horas. Los amigos de Interferencia en el Dial me han acogido de sobremanera, invitándome a su programa, complementando mis opiniones y sacándome del apartamento un viernes o sábado. Muy buena vibra esa banda de chicos. Todos con ideas políticas suficientemente validas como para nutrirse en un debate y sentar una conversación productiva. 

Así mismo, conocí a un grupo de Internacionalistas que han fortalecido mis espíritu con poemas, opiniones inteligentes, cocina casera y uno que otro vino. Precisamente los conocí junto al Río en un tarde preciosa de domingo en donde el mate y las buenas conversaciones fluyeron hacia una especial cena donde uno de los chicos. Hasta el momento, otra familia mas en Rosario.  

Por ahora vivo en Paraguay 272 en un departamento en el ultimo piso con otros chicos que son muy buena gente. Me han acogido no como compañero de cuarto, si no como un amigo y eso me hace estar tranquilo y en paz. Por lo pronto, he pensado muchas cosas importante en pro de mi crecimiento personal, sin embargo la principal es esta: "Una mala decisión acarrea muchas buenas decisiones". Saludcita!.

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