lunes, 2 de junio de 2014

Calafate - Protagonia, Primera Parte


Finalmente... Buenos Aires!. Durante el vuelo, iba nervioso y un poco preocupado por la entrada al país. No tenia el documento que la Embajada de Argentina me dio para acreditar mi cupo universitario y necesitaba mostrarla en el Aeropuerto de Ezeiza. Al mismo tiempo, estaba trabajando en los aeropuertos para no perder horas en el trabajo. Y mas en simultaneo, estaba pensando en miles de cosas entre ellas: la Patagonia. Lo primero se resolvió gracias a la chica buena onda que me recibió en el aeropuerto; me pidió mi pasaporte, me pregunto adonde iba a parar y la razón de mi viaje a Argentina. Le mostré una carta de la directora de Comunicación Social, puse los dedos en el equipo, le dije pura vida y caminé hacia las afueras del aeropuerto donde me esperaba Manuel Tienda Leon. 

Al llegar al depto de Nico en San Telmo, me encontré con los chicos despiertos; tomamos un café, les conté de mi viaje por centro américa, charlamos algunas cosas del viaje a la Patagonia y también relajé la cabeza con el amigo paraguayo. Ese día Nico cumplió años, por lo que fuimos a cenar a casa de sus padres en Quilmes, conocí a su familia y me divertí mucho con su perro. Mas tarde, llegaron sus amigos al depto en San Telmo, tomamos algo y pasamos de largo hasta la hora del abordo del boeing 746 de aerolíneas argentinas con destino hacia la ciudad de Calafate. Durante el vuelo,casi me vomito, porque hice la locura de tomarme una cerveza justo antes de abordar el avión. Fue un total abuso de mi parte. Nos toco un día hermoso en el sur patagonico, temperatura que rodeaba los 10 grados y una energía natural impresionante. Cuando íbamos descendiendo al aeropuerto administrado por la empresa transnacional  London Supply, se puede observar a lo lejos el glaciar Perito Moreno, una escena natural que te rompe la vista y te jode la cabeza en positivo. Hicimos toda la burocracia correspondiente y terminamos en una cabañita re linda dentro del pueblo de Calafate.

Es curioso que lo primero que se hace sentir en la Patagonia es el cambio de billetes en uso, es decir, si un billete de 10, 20 y 50 pesos es muy utilizado en Rosario para comprar y hacer transacciones, los billetes de 100 pasan a ser el circulante dominante. Lastimosamente por cuestiones de flete, lejanía y exclusividad, el sur de Argentina es caro...si caro pero no tanto como Costa Rica. Es 25% mas económico y barato que mi país. Si, en Costa Rica nos hemos ido a la mierda con altísimos precios, pero eso es para otro blog. 

El domingo 16 de Marzo, se terminaron mis problemas. Es genial poder ver para atrás y ver que las cosas cambian, progresan y son diferentes. Llevaba un par de años estudiándome y justo ese día, la cabeza volvió a su lugar, el corazón volvió a sentir, la memoria a olvidar y el psicólogo me dio de baja. Le pagamos a un remisero que seria una especie de taxista para que nos llevara hasta allá; 700 pesos por cuatro personas. En términos relativos serian unos 300 pesos por distancia a valor real máximo. Pudimos observar condors, lagos, montañas y el hermoso Glaciar Perito Moreno. Caminamos por unas dos horas por el camino que armaron para el turismo y que la verdad esta super bien hecho. El Glaciar es como un cuento de hadas de la época de hielo;  todo celeste, todo hermoso, todo grande y todo congelado. Fiel a mi estilo de marcar con opiniones las observaciones, creo que el glaciar fue una montaña que se desprendió en un sismo y se congelo cuando toco el agua del Lago Argentino. Sea como sea, su importancia es alta, si se sigue derritiendo se va perder un legado natural importante y eso no esta bien. El mismo remisero erróneamente dijo que el Glaciar no se derrite nunca; quizás esta sordo y ciego porque sus desprendimientos ocurren cada cinco minutos y son grandes masas de hielo las que se caen. Yo creo que se puede cuidar el glaciar desde cualquier parte del mundo con solo tomar la idea de ser conscientes con el ambiente como valor personal. En fin, el Glaciar es una hermosa obra que no se puede ignorar i estas en la provincia de Rió Negro.  

En la próxima parte, El Chalten y sus historias. 








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