Pensar que mucha parte de la música
viene desde una misma raíz es totalmente cierto. La mayor cantidad de ritmos
son formulas armónicas y melódicas desarrolladas a partir de un linaje gestado
desde lo mas mítico y fabuloso del continente africano. Estos señores de tez
oscura, ojos guerreros y brazos de piedra, le han enseñado al mundo lo hermoso
que es la expresión artística, la vibración, la felicidad, la valentía y la
lucha. Llegaron a Sudamérica en enormes Galeras donde venían todos combinados,
todos con una diferente cultura, todos con una diferente visión de mundo, todos
con una diferente manera de pensar. Se encontraron en las zonas cercanas al Rió
de la Plata de
donde armaron su revolución tacita llena de sonidos y de dicciones.
Si se quiere aprender de la vida,
hay que recurrir a este tipo de personas cuyo corazón repercute con los golpes
y se enciende con los bailes. Son personas integras, dóciles, héroes y amantes.
Personas que con su música ayudan al prójimo en momentos de apremio, de confusión
y de incertidumbre. Tocar el tambor es sentirse fuerte, es hacer música interna
y externa, es contar la mejor versión de uno, es tocar la tierra con la cabeza
y corazón, es hablar con los amigos a la distancia, es encontrar momentos de emoción,
es trabajar por una mañana soleada, es tomar la esperanza y hacerla única, y es
todavía mas, un surgimiento en otro mundo.
Es interesante como se fueron construyendo
estas comunidades que llenas en cultura le ganaron el pulso al colonialismo y a
todas sus etapas posteriores. Si bien la expresión fue tomando forma, se
combinó con otras cosas y resultó en algo muy puro, esconde una filosofía comunitaria
envidiable en donde la maldad pasaba de lejos y la fraternidad lo inalterable. Can
– dom – be, según dicen los estudios, es una palabra cuyo significante es
diferente en cada lugar pero a grandes
rasgos se concilia como punto de encuentro de personas. Hace referencia a la expresión
artística Uruguaya que colorea los barrios de Montevideo y deposita valor en un
movimiento. La misma UNESCO ha pactado entregar los derechos de producción cultural
a la República Uruguaya
pero sin embargo, existen otras comunidades como en Brasil, el Litoral
Argentina o Paraguay en donde lo mezclan con otros ritmos como el maracatú.
Otro de los hechos que dieron
nacimiento a este movimiento cultural fue el éxodo de Artigas que aglutinó a
una cantidad importante de africanos y los llevo tierra adentro representando
ser casi un movimiento migratorio. Estos al concertar un lugar, fundaron los
tangós que son puntos de encuentro para tocar su música y fue ahí cuando se
ratifico la esencia musical. Estas comunidades se conjugaron con otros
elementos y siguieron adelante hasta permanecer intactas el día de hoy.
Actualmente, el Candombe y la percusión
afro latina esta ganando mucho el respeto del gremio musical, su estética, su técnica
y su armonía ha revolucionado las artes musicales. Su firmeza en el mensaje y su lucha entregada
ponen evidencia que es un ritmo rico en ideas y sabio en actitudes. En lo
personal admiro, por su calidez, buenas energías y talento, a todos los percusionistas
afro latinos que Sudamérica ha visto nacer.
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